viernes, 14 de diciembre de 2012

Entrevista (la dialéctica de escribir).



Entrevista (la dialéctica de escribir).

Tres maletas, solamente una roja; una pesada y otra aligerada por documentos de extrema importancia. Era el conductor de radio el que la ponía de tan mal humor. Que no lo soportaba decía, porque no decía nada inteligente. Intolerante eres, no de verdad mira si prestas atención te podrás dar cuenta que hay infinidad de programas televisivos llenos de porquería, de conversaciones sin sentido y lo peor, les recuerda a las personas que tienen mucho tiempo para seguir perdiéndolo como si no costara nada tenerlo o usarlo dignamente, para mí es una ofensa eso que tal ves para nadie lo sea. Se quedaría con dos gabardinas predilectas, alguna blusa elegante y su ajustado y siempre oportuno jeans aterciopelado. En disciplina con su vida y su persona desde hacia más de seis meses.  Zumos de verduras combinadas con fruta y un poco de agua aligeraban la concentración. Ejercicio moderado, dieta rigurosa y sabia, al final le recordaban que la autodisciplina era el camino que por ahora, era parte de una vida cotidiana y productiva que más que alivio, le producía una aliada y creciente alegría. No era culpa, no más bien un peculiar agrado por cuidar y vivir de esa satisfacción. Nadie le había enseñado que sorpresivamente la autodisciplina pudiese generarle tal bienestar. Reescribir en su cerebro siempre enumerando prácticamente sus prioridades diarias, eran parte de un preciado autorden ahora ya maduro. No debía educare, pues sabía que esa urgencia nunca sería del todo satisfecha por ella misma, le faltaban idiomas por conocer y dominar; cursos de cocina y un doctorado por comenzar y concluir; por otra parte, le quedaba un ser amado discreta y certeramente pensaba educar con el entusiasmo de un presente amor. El resto, la lista que daba directriz a su vida estaba compuesta del compromiso con su natural impulso de la formación. Y no de escritora, no, pues el intentar serlo le limitaba el profundo respeto que sentía por el amado mundo literario. Había decidido ajustarse ante la vida, su vida, metiendo en las valijas la infinidad de estructuras que su cabeza había absorbido a lo largo de una vida silenciosamente arraigada a los sinfines de agudas sensibilidades. No era el nombre de sus autores predilectos los que la seducían, sino las arraigadas fidelidades que sentía por aquellas pretensiones poéticas, sí, en efecto. Cursimente se había enamorado de muchos poetas, sobre todo, de esos oscuros agudos que poetizaban sus raras existencias. Eso era, al parecer lo que ella más amaba de sus lecturas; la inconsciente intención de esos seres por humanizarse, exorcizarse, pues ella firmemente creía que por muy transparentes que pareciesen esas poesías había siempre en ellas un coqueteo celoso a la muerte. De eso estábamos hechos total, el mundo entero. De la dialéctica casi siempre para ella perfecta. Los que nos decimos actuar humanamente podíamos pensaba ella, por lo menos justificar el intento considerando nuestra natural condición humana con tendencia a la miseria y a la desolación. Lujo era pensar que lo fuéramos en el mejor de los casos. Eran esas las respuestas que daba en las entrevistas. Díganos por favor, qué le motiva a escribir. Nada, la verdad escribo para no volverme loca o neurótica, para mí pensar es un infierno. Y lo convierto en el peor de los purgatorios si no le doy una sabia función. Cómo… en serio, eso le pasa. Y te digo más, comencé a escribir para purgarme, para desintoxicarme: estaba envenenada por todo y no lo podía controlar, no contaminada en términos adictivos o de odio sino de miedos, unos tan sabios y encegecedores, como la noche misma. Esos miedos terminaron. No, se tranquilizaron pero a decir verdad, mi máximo temor es reconocer cualquier potencia que pueda ver mi sensibilidad, o la que està en mi inconsciente, porque no soy de fiar. Usted, pero si nos parece una personalidad fuerte y definida. Y que, eso no me hace confiable, en nadie deberíamos fiar porque somos más complejos y radicales que la predilección del diablo mismo. Me sorprende con sus respuestas. Por qué. Porque me arreglo el cabello, te sonrío y me cuido la dentadura. Y sobre su educación tan variada; qué nos puede decir; ha influido a sus novelas. No, la verdad no, lo que le ha dado un poquito de dialéctica a mi literatura es el hecho de ser consciente de donde provengo. Veo que en los medios mientras más mienten algunos sobre su trayectoria más son realzados y nada que ver. Para mi lo mejor de escribir es saber que siempre tuve la libertad de decir la verdad y también de mentirles con refinada gracia, y no sólo por excesiva naturalidad; mi psique es más compleja que todo lo que les comparto, es más nada es lo que les comparto, con lo que es mi realidad como ente existente, y eso es irónicamente lo que me encanta de vivir. Esa es la verdad, de algún modo, y te lo digo sin presunción, los escritores somos un mal necesario. Nadie nos necesita literalmente hablando; pero los humanos vivimos por igual de especulaciones y escribir al final, da por igual, un orden sensato de lo que a uno le ocurre (si así lo desea uno), es en extremo limitado el ser humano: mucha razón y pura incongruencia, de eso nos arraigamos los escritores, aunque todos siempre pretendamos convencer que son por factores interesantísimos por los que escribimos, no es así, eso es mentira, servimos para dar ilusión, para no dejar que las mentes se conviertan en criminales, en este nuestro común de la sociedad, y sobre todo (esta es mi parte favorita): para que se sientan a salvo cerca de un espejo en donde seguro se pueden ver o proyectar sin atreverse siquiera a reconocerse. Lo peor de la naturaleza humana, es precisamente su complejidad; con un largo lapso transcurrido, me di cuenta que perdía el tiempo queriendo siempre entenderla obsesivamente, fue así como decidí escribir como hábito formativo.  Como yo, hay millones de escritores que de nada sirven; y los ha habido en la historia que han apoyado la idea de generar en la sociedad una ilusión, para poder seguir creyendo un poco en nosotros mismos, ilusoria y banalmente. Los  genios de nuestra historia, han sido necesarios y lo mejor de todo, es que algunos han sido algunos rufianes; locos, o algunos maravillosamente desequilibrados y competitivos, e irónicamente aparecen ahí, en libros universitarios expuestos en grandes estandartes cuando en la actualidad andan genios por igual, dignos de mención y nadie los nota, ni observan, mucho menos aprecian. Que son estos pelafustanes sino seres sin valor (dice la sociedad con su mirada inquisitiva e hipócrita). Usted entonces nos considera falsos. Sí y mucho, y eso no tiene nada de malo, lo verdaderamente dañino pertenece a otras cosas. Ya lo creo, pero eso no nos interesa, mejor díganos cuáles son sus influencias. Te puedo decir que sería lindo que leyeras los libros e intentaras junto conmigo descifrarlas. Pero te voy a contestar porque ellos fueron muy dignos conmigo. Tuve la fortuna de tener profesores respetuosos y sobre todo, cultos y muy amigables, que mejor influencia que ellos. Ellos enriquecieron el gusto por mi inquietud por conocer el mundo de las letras sencilla y coherentemente. Nos hacían leer mucho; en mi caso, me permitían escribir libremente sin formatos del todo estructurados, propios algunas veces, de las materias. No, lo único que me pedían eran que respetara los textos leyéndolos todos,  y después de eso, tenía la libertad de exponérselos del modo que quisiera y era ahí donde se incluía lo divertido. Por otra parte, más atinada mi respuesta a tu pregunta, te podría decir que la mejor influencia en su momento, fue la filosofía griega, la creo de radical importancia: no se puede expresar si no hay substancia y para ello, primero debe uno ir un poco a los orígenes de nuestro pensamiento occidental. Si te fijas, los grandes pensadores de mitad de este siglo, tienen siempre influencia de los primeros pensadores, siempre y si son decentes, presumen de ello. Por otra parte, adoro y me encantaba leer sobre corrientes filosóficas y  la literatura de vanguardia. Y como son sus lecturas. Variadas, y algunas veces me funcionan al darles un orden dependiendo de las demandas de trabajo que tengo en el momento; cuando algo me aburre desde el principio siempre lo abandono, pero para ellos siempre comienzo a la par con más de dos libros y termino quedándome con el que me enganchó instantáneamente. Y que piensa usted de los escritores de su generación. No puedo opinar sobre eso. No pertenezco a ninguna corriente intelectual, es aburrido y limitante, prefiero a la gente que hace su oficio libremente por puro amor y por posturas o vanidades banales siempre y cuando éstas, sean sólo una proyección y no una esencia, creo en la camadería pero no en la amistad filial entre colegas, del mismo sexo sobre todo. A los escritores nos encanta hablar de nosotros mismos, en eso sí estoy de acuerdo con Woody Allen. Recordemos que los seremos humanos somos complejos e idiotas. Yo adoro conocer personas, pero no me gusta pertenecer mucho a grupos determinados. Cambio mucho y mis valores no están del todo estructurados a la perfección, por fortuna. Y sobre la literatura femenina que piensa. Nada, que me gusta. Mucha de ella me aburre pero eso no significa nada, me aburro incluso sobre todo, de mí misma; no hay nada peculiar en mí, vivo conmigo mucho tiempo y eso te lo puedo confirmar. Yo requiero eso sí, de fuertes filosofías, muy profundas, vengan estas de donde vengan. Esas sí son mi línea. Hay sin embargo muchas pensadoras que admiro, más de diez sí.  Y las que me quedan por conocer. Bueno cariño espero no me tomes nada a mal, pero prefiero darle lugar a esta entrevista a alguien que merezca ser reconocido como bella figura. Un beso a todos y gracias por su tiempo. Por último, que piensa sobre…  






                                                     Fografía de Horacio C. Argentina, 1930.

2 comentarios:

  1. Pienso que debes hacer párrafos para que el texto no quede tan compacto y no canse tanto la vista. Este me ha gustado, pero de entrada uno se asusta de ver tanto texto.
    Saludos,

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  2. Gracias por la sugerencia sombradevioleta. Es certera tu observación, por lo regular escribo el texto completo de golpe. La edición la trabajaré en espacios para que no canse. Muchas gracias por tu honestidad. Estas páginas están tomando forma. Pro ahora, dejaré de publicar en este blog, para precisamente hacer lo que sugieres. Por otra parte, le agregaré otro espacio a esta página con ensayos. Saludo cordial y gracias d e nuevo, por la sugerencia.

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